Si eres nómada digital, o estás adquiriendo habilidades digitales que te permitan trabajar de forma remota con el objetivo de poder viajar y trabajar desde cualquier lugar del mundo, es fundamental aprender a organizar tu tiempo para viajar y trabajar.
Hoy te traemos 5 consejos que te convertirán en un ninja de la organización del tiempo para viajar y trabajar, si los usas sabiamente serán tus aliados para organizarte y poder aventurar sin descuidar tu tiempo para tachar los pendientes de la lista.
Adopta el slow travel
El movimiento “slow travel” se ha puesto muy de moda en los últimos años, especialmente gracias a nosotros, los nómadas digitales.
La filosofía de viajar sin prisas no solo es una forma ideal de poder disfrutar del viaje sin la presión de una fecha límite cercana, sino que además nos ofrece más espacios para adaptarnos al destino y crear una rutina que nos permita empezar a ser productivos dentro de un ciclo de cambios, como suele pasar cuando viajamos de un lado a otro.
Por eso, el primer consejo es que te unas al movimiento slow travel, te va a dar mucha más calma y posibilidad de adoptar un estilo de vida con comodidad, creando cierto sentido de pertenencia similar al del hogar, pero sin desligarse del espíritu Wanderlust que tanto nos caracteriza. Esto será de gran utilidad si te interesa saber cómo organizar tu tiempo para viajar y trabajar.
Controla el jet-lag
Este es otro de los puntos por los cuales te recomendamos el slow travel, ya que es una forma de viajar y trabajar que te ofrece poder pasar un periodo más extenso de adaptación para superar pequeñas consecuencias que se dan cuando vamos de país en país, como por ejemplo: el jet lag.
Ya que no todos tienen la oportunidad de iniciarse en el slow travel, hay que buscar esa sensación de adaptabilidad y organización de otras maneras.
Como sabrás, los trastornos relacionados con el sueño son una gran desventaja para nuestra productividad y gestión del tiempo. Si tus aventuras nómadas conllevan cambios de huso horario muy bruscos, es hora de recargar las baterías para enfrentarte a ese jet-lag con el que tanto cuesta trabajar.
Si tu viaje dura pocos días, lo más recomendable es no empezar a forzarte mucho y continuar viviendo, en la medida posible, en tu horario habitual para que te sea más fácil teletrabajar.
Además no te olvides de mantenerte hidratado, la deshidratación es la enemiga principal de jet-lag; vigila cómo y cuándo te expones a la luz solar para equilibrar tus ritmos circadianos, te puede ayudar llevar mejor la adaptación; también, con apoyo y orientación médica, podrías empezar a tomar melatonina, una hormona para controlar mejor el sueño y sentir más comodidad ante cambios de zona horaria.
Consigue tu sistema de organización y gestión de tareas ideal
Hoy día hay muchos sistemas de organización y gestión de tareas. Deberás conocer cuál es la que mejor se adapta a tus necesidades.
Un sistema de este tipo, al que te ajustas con compromiso, será muy orientativo al organizar tu tiempo para viajar y trabajar.
Por ejemplo, metodologías de organización como Getting Things Done son muy integrales y nos permitirán gestionar, no solo lo que conlleva el área de trabajo, sino también otras tareas a nivel más personal, como puede ser viajar, aunque requeriría cierto tiempo para ponerlo en práctica al máximo.
Aprovecha los espacios menos productivos
Existen muchos momentos en los viajes que no hacemos nada, básicamente son momentos de espera que podemos aprovechar para trabajar con nuestro ordenador.
La espera de un avión, el retraso imprevisto de un vuelo, una escala de largas horas, el viaje en un tren, etc… todos son oportunidades para adelantar con algo de trabajo, así podrás lograr organizar tu tiempo para viajar y trabajar a la vez.
Aprende a balancear a través de la planificación
Piensa que esta es la regla: un viaje bien planificado = un trabajo bien planificado. Si tienes bien planeados los espacios, rutinas y actividades que durante cubrir durante tu estancia en el destino de tu elección, sabrás orientarte mejor para definir horarios para dedicarte a trabajar.
La idea es que no te pases todo el día encerrado o encerrada en el hostal con el portátil y la cabeza echando humo, perdiéndote del bonito día que hace en esa ciudad que tanto te apetecía descubrir, o que por el contrario te pases todo el día explorando fuera para llegar con un cansancio en la noche con el que no apetece trabajar.
Organizar tu tiempo para viajar y trabajar no tiene por qué ser un dolor de cabeza, sino una oportunidad de fortalecer tu compromiso con este estilo de vida. Si estás empezando, puede que cueste más tomar el ritmo, pero a medida que avanzas y sobre todo, si vas siguiendo estos consejos, viajar y trabajar a la vez será cada vez más fácil.
Por cierto, no olvides dejarnos a nosotros tus consejos, ¡nos encantaría conocerlos!